¿Por qué es importante la resiliencia organizativa?

Desde pandemias y guerras hasta la interrupción de las cadenas de suministro y los cambios tecnológicos, las empresas modernas se enfrentan a una miríada de retos superpuestos que algunos analistas han descrito como una "permacrisis". En tiempos de cambios constantes, incertidumbre y perturbaciones, puede ser difícil para las empresas cumplir las expectativas de sus clientes, socios, reguladores y otras partes interesadas. Pero las empresas que tienen la capacidad de adaptarse rápidamente a las perturbaciones tienen la oportunidad no sólo de sobrevivir, sino también de aumentar su cuota de mercado a largo plazo.

El imperativo empresarial de resiliencia es claro. El 96% de las organizaciones de todo el mundo afirman haberse enfrentado a una perturbación en los dos últimos años y se ha demostrado que las empresas resilientes han generado un mayor valor para los accionistas en las dos últimas décadas.

Sin embargo, la resiliencia no se limita a las cifras, sino que afecta a las personas. Una empresa resiliente es el resultado de una cultura resiliente, que a su vez genera beneficios. Los trabajadores resilientes son más propensos a ser positivos y optimistas, sirviendo de inspiración a sus compañeros y de embajadores de la marca. Son más ingeniosos y siguen siendo productivos incluso en tiempos de incertidumbre. Y son creativos y flexibles, capaces de adaptarse a las circunstancias en situaciones nuevas.

En un mundo de competencia implacable e incertidumbre constante, la resiliencia ha pasado de ser una función de cumplimiento y gestión de riesgos a una prioridad estratégica clave.